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Breckle es uno de los mayores fabricantes de colchones de Alemania. Sin embargo, la demanda ha sido bastante baja desde principios de 2020. Al mismo tiempo, el sector sanitario informó de una fuerte necesidad de mascarillas en febrero de 2020, por lo que la empresa decidió destinar parte de su producción a las mascarillas.
Inmediatamente se enfrentó a varios retos. En primer lugar, las limitaciones de tiempo y costes, y en segundo lugar, la creciente necesidad de una mayor automatización ante el aumento de la demanda.
La gama Low Cost Automation ha permitido desarrollar una solución de automatización modular para el envasado de mascarillas que es económica, de entrega rápida y adecuada para el primer contacto con la automatización. El sistema de automatización modular y de bajo coste permitió disponer de una solución que podía ampliarse rápida y fácilmente según las necesidades.
En la actualidad, Breckle produce alrededor de un millón de mascarillas a la semana.
Breckle GmbH tuvo que reestructurar la producción a un ritmo rápido para reaccionar lo antes posible a la inesperada necesidad de máscaras respiratorias. Al principio, las mascarillas se hacían a mano, un proceso que requería mucho tiempo. Ante la creciente demanda, la empresa adquirió los conocimientos necesarios para automatizar gradualmente su producción.
La rapidez de la entrega, los bajos costes de la solución de automatización y el uso de componentes higiénicos para la producción y el envasado de las mascarillas fueron los principales criterios.
El espacio disponible en la nave de producción también era limitado, por lo que las máquinas debían ser lo más compactas posible.
Para que las mascarillas estén certificadas como marca alemana, los materiales utilizados en su fabricación no se han comprado en China. Para poder estar a la altura de los fabricantes extranjeros en cuanto a costes e higiene, Breckle también utiliza componentes de la gama Low Cost Automation para la producción y el envasado altamente automatizados.
Cuatro máquinas y unos 20 empleados fabrican alrededor de 100.000 mascarillas quirúrgicas y FFP2 a la semana. Para el envasado manual y monótono de las máscaras, Breckle utiliza dos líneas de embalaje automáticas basadas en robots cartesianos de igus. Las mascarillas que han pasado el control de calidad se introducen en las cajas de forma automática gracias al robot cartesiano, los cojinetes drylin y los ejes que garantizan el llenado.
Accionados por una correa dentada plana, los robots cartesianos drylin E se mueven sin ningún tipo de lubricación y, por tanto, cumplen los requisitos de higiene más estrictos. Para toda la cinemática del robot, el fabricante de equipos Ximaj utiliza un sistema de control B&R que se comunica con una placa de control dryve D1 para controlar los motores.
La introducción del sistema de control de calidad y de las máquinas de envasado automático permitió reducir la producción de mascarillas de tres a dos turnos. El ahorro de tiempo va acompañado de una gran ventaja en costes, ya que las soluciones de la gama Low Cost Automation suelen amortizarse en un año. Los componentes tribológicamente optimizados tampoco necesitan grasa ni mantenimiento.
Breckle seguirá ampliando la producción automatizada para satisfacer la creciente demanda de mascarillas.
